EL NOMBRE DE JESÚS Y SU RETABLO EN GETAFE

Hoy vuelvo a retomar a un viejo conocido, uno de los retablos de la Catedral de Getafe, de los que traté en un post anterior (ver aquí); ya que me sirve para hablar de las dos festividades más señaladas en la primera semana del año, los días 1 y 6 de Enero.

Retablo del Nombre de Jesús

Cuenta Santiago de la Voragine en su Leyenda Dorada que la octava de Navidad, es decir la festividad de guardar anterior a la Epifanía es la Circuncisión del Señor:

<<Cuatro circunstancias contribuyen a dar realce y especial solemnidad a esta fiesta de la Circuncisión del Señor: primera, la octava de Navidad; segunda, el nombre de Jesús que le fue impuesto, nombre nuevo y significativo de su misión salvadora; tercera, la primera efusión de su sangre; cuarta, el hecho de su circuncisión. […]

En esta festividad de la Circuncisión conmemoramos el hecho de que al octavo día de nacer el Niño le fue impuesto un nombre nuevo y significativo de la misión salvadora que había de realizar.

Un nombre nuevo, expresamente pronunciado por la boca del Señor; un nombre especialmente elegido por el Padre, y un nombre tal, que no hay otro bajo el cielo que tenga, como tiene éste, virtud para obtener a los hombres la salvación; un nombre escribe Bernardo, que sabe a miel en los labios que lo pronuncian, suena a música en los oídos que lo oyen y produce regocijo en el corazón […].

Consta por el Evangelio que Jesucristo, durante su vida, fue llamado de tres maneras: Hijo de Dios, Cristo y Jesús. […]>>[1]

La importancia de esta fiesta viene dada por ser, en palabras de Voragine:

<<El día de su Circuncisión comenzó el Redentor a derramar su sangre por nosotros; después la derramaría voluntariamente varias veces más>>.

Con este rito se venía a cumplir con la ley judaica y es un hecho relativamente frecuente en el arte. La festividad fue suprimida del calendario romano con la reforma de Juan XXIII, cambiándose a la denominación de octava de Navidad.

En el retablo lateral del lado del Evangelio de la citada catedral, se dedica el lienzo principal, el situado en la calle central en el segundo piso, a la Circuncisión de Cristo, el momento de la misma era también el de asignar nombre al niño, como bien cuenta Voragine. Es por ello que este retablo lo conocemos como El Nombre de Jesús.

El concierto de la pinturas y los primeros pagos fueron realizados por Alonso Cano el 20 de septiembre de 1645:

<<Digo yo alonso cano pintor q. me conbine y conçerte con el mayordomo de la yglesia de getafe el sr. Dr. Lope duarte angel qura de la dicha yglesia de açer un quadro o lienço de pintura de la ystoria de la çirqunçiçion de jesuchristo de siete pies de alto poco mas o meno y de quatro y medio de ancho poco mas o menos y dos lienços de a seis pies de alto y de a tres de ancho el uno de señora santa an con nuestra señora en los braços el otro de santa ysabel con san juan bautista asismismo en los braços=

asimismo en la puerta del sagrario la ymagen de jesuchristo de medio querpo como qe esta consagrando una ostia.

y en las dos tablitas q. estan a los lados del sagrario q. son de poco mas de tres quartas de alto y una quarta de ancho de pintar a santo tomas de aquino en el uno y en el otro a san gonçalo de amarante.

todo lo dicho me obligo de pintar para el retablo colateral de la dicha yglesia por preçio de mil y quatroçientos reales con q. los açules q. llebare nuestra señora en las dos partes q. ba pintada an de ser banados con açul ultramarino y me obligo a dar toda la dicha pintura en el mes de nobienb benidero deste presente año y si antes lo diese acabado se me a de entregar el resto de el dinero q. se me ubiese dexado de dar a la dicha cantidad y su qumplimiento de ello y por ser berdar lor firmamos en madrid a 20 de setiembre de 1645 años siendo testigos ernando cano y antonio sanchez. -Firmas: D. Lope dte Angel.- Alonso Cano.- hernando cano.- Antonio Sanchez.

reçebi por quenta de la dicha obra y conçierto de pintura esta otra parte contenido treçientos y çincuenta reales en moneda de bellon y lo firme en madrid a 20 de setiembre 1645 años.- son 350 reales. Firma: Alonso Cano.>>[2]

Como hemos visto se comprometió a realizar las pinturas del retablo, es decir: el cuadro de la Circuncisión, para el ático del primitivo retablo. Las Santa Ana y Santa Isabel para las calles laterales y en la predela la tapa del sagrario con un Cristo consagrando y los santos dominicos Tomás de Aquino y Gonzalo de Amarante, conservandose en la actualidad todas salvo la puerta del sagrario.

La traza del retablo debió correr a cargo de Salvador Muñoz, pues es el que contrató el retablo de la Virgen de la Paz con el que éste hace pareja, en 1643. Ya hemos comentado en otro sitio la evidente vinculación estilística de estos retablos con el Panteón de Reyes de El Escorial, obra de Giovanni Battista Crescenzi (ver aquí), también podemos relacionarlo con la obra del arquitecto Alonso Carbonel, autor del retablo mayor, ya que el cuerpo central del retablo, preparado para acoger una escultura repite un esquema de columnas y frontones curvos partidos, que son propios de Carbonel y que ya usó también en el Retablo del Panteón, para acoger el Cristo crucificado.

Salvador Muñoz (arquitectura) y Alonso Cano (pintura). Retablo del Nombre de Jesús (detalle)

Pero, ¿qué sabemos de SalvadorMuñoz? En primer lugar que falleció ese mismo año de 1645 y que aspiró junto con Alonso Cano a la Maestría Mayor del Alcázar de Toledo, que se estableció por concurso de méritos tras la muerte Lorenzo Fernández de Salazar en 1643[3]. Su candidatura fue rezada de plano por el que ejercía de juez del concurso, Juan Gómez de Mora, por no tener acreditados conocimientos en construcción, sino en diseño y trazas. Pero Muñoz además de maestro ensamblador, dejó un tratado teórico que quedó manuscrito y donde defiende la primacía del dibujo y el conocimiento científico que son propios de los arquitectos especulativos, frente a la imitación de los prácticos.

La lectura iconográfica del retablo original, antes de la ampliación de la segunda mitad del siglo XVII, era sencilla: la Circuncisión como momento de la imposición del nombre de Jesús, en el ático y en las calles laterales la Sagrada parentela: La Virgen y Santa Ana, y Santa Isabel y San Juan Bautista. Se completaría seguramente con una talla de la Virgen con Niño, como ahora está, o con una talla del Niño Jesús. Pero no ha llegado hasta nosotros documentación sobre la escultura. Cuando el retablo se amplió, se encargó a un único pintor la realización de las tres pinturas que lo completan: La Adoración de los Reyes, Santa Teresa y San Ignacio. El autor es Francisco Camilo (1615-1673). No conocemos el motivo de la modificación y ampliación de los retablos laterales, ni tampoco si se debía a un plan pre-concebido o una adecuación de gusto. Pero seguramente la elección del tema: Adoración de los Magos, no es casual. Por un lado porque el ático del retablo pareja de éste contiene una Adoración de los Pastores de Herrera Barnuevo, y por otro lado por la cercanía en el tiempo entre el nacimiento, circuncisión y adoración de los magos. Haciendo de todo el programa iconográfico un bloque compacto y comprensible.

[1] Santiago de la Voragine: Leyenda Dorada, Alianza Forma, Madrid, 1999. pp. 84 y ss.

[2] Recogido en Pita Andrade, J. M. (dir.), Corpus Alonso Cano. Ministerio de Cultura. Madrid. 2002. pp. 276-277.

[3] Las notas biográficas de Salvador Muñoz y el concurso para la Maestría Mayor del Alcázar de Toledo están sacadas del excelente libro de Blaco, Beatriz: Arquitectos y tracistas (1526-1700). El triunfo del Barroco en la corte de los Austrias. C.E.E.H., Madrid, 2013. pp. 264 y ss.

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