¿UN ANCESTRO PINTOR? JOSÉ GARCÍA HIDALGO

Esta semana se cumple el primer aniversario del blog CIPRIPEDIA, en este año he tratado de mantener dos objetivos: publicar todos lo viernes y publicar contenidos sobre historia del Arte conjugando rigor, difusión y amenidad. No sé si siempre lo he logrado, pero la existencia de este espacio me está dando más alegrías de las que en principio esperaba, espero poder seguir manteniendo el nivel y la expectación cada semana. Gracias a todos los lectores e interesados en los contenidos de éste blog y de su hermano mayor InvestigArt.

Aprovechando esta circunstancia vuelvo a contar una de esas anécdotas que perlan mi carrera profesional de historiador del Arte.

Sería en segundo de carrera, ese año tuve la inmensa suerte de poder cursar tres asignaturas cuatrimestrales con uno de los nombres más importantes de la Historia del Arte español: Alfonso E. Pérez Sánchez. Durante ese curso era mi profesor de Incongrafía Cristiana en la Edad Moderna, Arte Barroco y Escultura Barroca Italiana. La huella profunda que dejó en mí el profesor Pérez Sánchez creo que es visible hasta hoy en día. Para un alumno como yo, la figura de Pérez Sánchez era algo así como un totem, uno de esos nombres importantes que, a mí por lo menos, me imponía mucho respeto. Un día, cuando ya llevábamos avanzado el cuatrimestre, unos compañeros y yo nos cruzamos con él en la escalera de la facultad, le saludamos mientras seguíamos nuestro camino, pero él se volvió y me llamó. Ante mi estupor, por saberse mi nombre (yo que procuraba no destacar mucho en las aulas), y mi sorpresa, giré y volví sobre mis pasos.

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Alfonso E. Pérez Sánchez. foto: fundación focus-abengoa

En ese momento el profesor me empezó a comentar que quería hacerme una pregunta. Como introducción me contó que un doctorando suyo le había pedido expresamente que me lanzara la cuestión y me puso en antecedentes. Este alumno estaba trabajando en su investigación para la tesis doctoral en la figura del pintor José García Hidalgo, pintor que comparte mi primer apellido, éste pintor nació en Villena, actualmente en la provincia de Alicante, entorno a 1645. Dándose así la curiosa coincidencia de que el nombre de esta ciudad es también mi segundo apellido. El doctorando de Pérez Sánchez quería saber si esta coincidencia podía responder a que éste que escribe fuera descendiente del pintor barroco.

Mi cara de sorpresa era mayúscula, no sabía bien que contestarle. Al final le dije que aunque no lo descartaba, pues no he investigado la procedencia de mis ancestros, no lo creía probable, pues mis padres son del mismo pueblo: Herencia, en la provincia de Ciudad Real, y no tengo ningún familiar directo que tenga nada que ver con el Arte de la Pintura.

José García Hidalgo. Biblioteca Nacional de España

Pero ¿quién es José García Hidalgo? fundamentalmente es un pintor del último tercio del siglo XVII que es más conocido por haber sacado un tratado sobre pintura: Principios para estudiar el nobilísimo y real arte de la pintura publicado en Madrid en 1693, que es un texto de carácter más bien práctico donde toman importancia la enorme serie de estampas, realizadas por el propio autor, que reproducen modelos para ser copiados por los aprendices a modo de cartilla de dibujos.

José García Hidalgo había nacido en Villena, en el Reino de Murcia, entorno a 1645. Su primera educación artística la recibiría en la la propia ciudad de Murcia junto con los pintores Francisco Girlarte y Nicolás de Villacis. Tras esa formación, decidió viajar a Roma, donde conoce de primera mano las obras de los artistas del pleno barroco. A su vuelta se instaló en Valencia, donde solía acudir a la Academia de Santo Domingo, dirigida por Vicente Salvador Gómez y también tiene contactos con el pintor Esteban March. Entorno a 1672 llegaría a la Corte, donde entra en el taller de Juan Carreño de Miranda, a la sazón pintor de Cámara de Carlos II y que le abriría las puertas al conocimiento de la colección real. En Madrid va a tener una carrera desigual trabajando principalmente para instituciones religiosas, como los agustinos y los carmelitas. También va a realizar retratos cortesanos, vinculados con el taller real.

De las numerosas obras que nos han quedado del pintor villenense cabe destacar el conjunto de lienzo que entre 1663 y 1676 realizó para el claustro bajo del convento madrileño de San Felipe «el Real» de la orden de San Agustín, con la vida de este santo fundador y la de San Felipe, titular del mismo. Estos lienzos tras la desamortización pasaron al Museo de la Trinidad y de ahí al Museo del Prado.

Convento de San Felipe «el Real» de Madrid. litografía s. XIX

 

claustro
Claustro bajo del convento de San Felipe «el Real» de Madrid. litografía s. XIX. En las paredes se aprecian los rectángulos oscuros que serían los lienzos de García Hidalgo. Foto: blog Han ganado los malos

En el año 2013 el Museo del Prado adquirió una de sus mejores obras Dios Padre retratando a la Inmaculada Concepción firmada por el artista y realizada seguramente hacia 1690. Obra muy singular en su iconografía y que nos habla de la profunda formación intelectual de los artistas barrocos españoles. La devoción de la Inmaculada Concepción, defendida apasionadamente por los franciscanos, es una idea muy compleja de explicar y representar. Para que María fuese concebida sin pecado original, debía estar en la mente de Dios Padre antes del inicio de la Creación, de tal manera que cuando Adán y Eva cometan su primer pecado de desobediencia, la idea de María, su concepto, esté ya formado en la mente de Dios Padre y como creador sólo le queda plasmarlo en una realización material. Este concepto tan abstracto es fantásticamente entendido por el autor, mediante la metáfora de la pintura y del proceso creador de ésta, se explica el concepto que a la postre será dogma de la Iglesia Católica. Por otro lado, con la representación de Dios Padre ejerciendo el arte de la pintura, no venía sino a reforzar la idea de que el oficio del pintor entraba dentro de las artes liberales, por su fuerte componente intelectual.

José García Hidalgo, Dios Padre retratando a la Inmaculada Concepción, ca. 1690, Museo del Prado. Madrid.

Os dejo una galería con algunas de sus obras para vuestro disfrute.

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