LA REFACCIÓN DE SAN DIEGO. UNA EXTRAÑA ICONOGRAFÍA.

Hoy se celebra en el calendario litúrgico católico la festividad de San Diego de Alcalá, es un santo muy representado en el ámbito hispánico, aunque su iconografía más habitual es con flores recogidas en el hábito, recogiendo uno de sus milagros, pero hoy os quiero traer una iconografía mucho más rara y curiosa, la “refacción”1 .

Fig 1: Francisco de Zurbarán, Milagro de San Diego de Alcalá, ca. 1658, Madrid, Museo del Prado.

San Diego de Alcalá es uno de los santos que ejemplifican la nueva religiosidad postridentina y sobre todo la manera en la que, tras el concilio, los procesos de canonización se han de estudiar más detenidamente para que la santidad no sea fruto de una fama poco fundada2. De esta manera la iconografía del santo va a estar muy marcada por el hecho que más necesario se hace para la propaganda católica, que es la identificación del santo con la caridad, por ello su iconografía más repetida será la de un joven con hábito franciscano, habitualmente portando una cruz de madera y con flores en el regazo de su hábito, en referencia al milagro de la transformación de los panes del convento en rosas, para que los superiores de San Diego no pudieran reñirle3. De tal manera se identificaba a este santo con una de las virtudes, la caridad, que estaba puesta en entredicho por las doctrinas de la Reforma protestante.  

En la obra que adquirieron en la Sociedad de Condueños, sin embargo, se representa otro milagro del santo, la Refacción milagrosa o el auxilio con alimentos por parte del cielo para él y su acompañante durante una travesía por Andalucía.  

Fig. 2. Juan Van der Hammen (Atrib.): Refacción Milagrosa de San Diego de Alcalá. Sociedad de Condueños. Alcalá de Henares. 

San Diego debió nacer a finales del siglo XIV en San Nicolás del Puerto, al norte de la provincia de Sevilla4. Antes de entrar como lego en la orden franciscana, ya vivía como un ermitaño en las inmediaciones de su pueblo. Ingresaría en el convento de Arrizafa, cerca de Córdoba. Fue enviado como guardián al convento de San Buenaventura en Betencuría, en la isla de Fuerteventura, y trató de llegar a Gran Canaria para evangelizar y morir como mártir, cosa que no logró. Se le ordenó volver a la Península, donde estuvo en el convento de Nuestra Señora de Loreto en Sevilla y en Sanlúcar de Barrameda. Después fue designado para ir a Roma con motivo del jubileo y canonización de San Bernadino de Siena. A su vuelta fue destinado al recién inaugurado convento franciscano de Santa María de Jesús en Alcalá de Henares, en el que pasaría sus últimos años de vida hasta su muerte que se produjo el 12 de noviembre de 14635. Fue canonizado por el papa Sixto V en 1588, en ese proceso tuvo un papel fundamental el rey Felipe II que atribuía al santo la curación milagrosa de su hijo el príncipe Don Carlos. Entre los milagros que se le atribuyen estaría, por un lado, las curaciones milagrosas: como la resurrección de un niño que quedó dormido en un horno, durante sus años en Andalucía, las curaciones de epidemias, en su estancia romana o la propia curación del príncipe Carlos; por otro lado, las intervenciones divinas: como la Refacción milagrosa representada en la obra que comentamos, y la conservación incorrupta de su cuerpo. Su fama de santo milagrero y el papel que ejerció la monarquía hispánica hará que sea un santo profusamente representado en imágenes, si bien, como hemos comentado más arriba, se potenciará su iconografía relacionada con la caridad, dejando el resto de las representaciones para cuando se quiera hacer un ciclo de la vida del santo. 

La escena representada, la Refacción milagrosa viene narrada en las hagiografías que recogen la vida de San Diego, como el Flos Sanctorum de Alonso de Villegas: 

«Volvió por mandado de la obediencia ala Andalucía y estuvo por morador en el convento que se llama de nuestra señora de Loreto, tres leguas de Sevilla y después en Sanlúcar de Barrameda donde pasando de un convento al otro por ser camino largo y despoblado, otro fraile que iba con el siervo de Dios sintióse muy descaescido, y diziendoselo consolole el y assegurole que Dios les proveería en aquella necesidad. Y fue assí porque yendo un poco más adelante hallaron pan y pescado con una naranja y vino, embuelto todo en un paño limpio administrado por Ángeles, y comiendo alegremente alabaron a Dios, el qual esta vez y otras muchas proveyó milagrosamente en diversos caminos que hizo por mandado de la obediencia, no proveyéndose el de cosa alguna como verdadero varón apostólico hijo del padre San Francisco, que a sus frayles mandó que no llevasen alforjas por el camino siguiendo el consejo del sancto Evangelio»6

Lo primero que nos puede llamar la atención sobre el relato del Flos Sanctorum respecto a la obra en estudio es que tanto el texto de Villegas, como el de Ribadeneyra recogen que los alimentos son pescados, pan y una naranja7, mientras que el pintor ha sustituido esta última por un limón. No sabemos si se debe a una licencia o simplemente a que no seguiría para su ejecución una fuente escrita sino más bien una fuente iconográfica.  

Parece más probable que siguiera alguna de las numerosas estampas que se produjeron a finales del siglo XVI coincidiendo con la canonización del santo, una de las que más difusión tuvo es la de Cornelis Galle I, según dibujo de Pieter de Jode I con la Historia de San Diego (figura 3), que además de recoger la imagen del santo con su cruz de madera como elemento icongráfico y un texto latino con un extracto de sus milagros, se rodea de once pequeñas escenas que muestran los acontecimientos más reseñables en la vida del mismo. En el ángulo inferior izquierdo aparece la escena de la Refacción milagrosa en una composición que debió conocer nuestro pintor, pues contienen muchos elementos en común.  

Fig. 3. Cornelis Galle I, grabador, y Pieter de Jode I, dibujante, Historia de San Diego. Baltimore, Musem of Art, inv. 1946.112.3676.

Fig. 4. Detalle de la Refacción milagrosa en la estampa anterior.  

Como elementos comunes, cabe destacar la composición, con los dos frailes en un entorno boscoso y los alimentos ante ellos, sobre un mantel blanco, que también parece dispuesto sobre un promontorio elevado o una roca. En este caso los alimentos representados son pescado, pan y la garrafa de vino, sin mención ninguna a la naranja. Tampoco aparecen los ángeles, de tal manera que se omite la intervención sobrenatural en la presencia de los alimentos. La forma de la garrafa, alargada con pie y asa, es muy similar a la pintada por nuestro artista en la pintura de Alcalá.  

También es posible que conociera el retablo con la Historia de San Diego de Maerten de Vos en Amberes y que está relacionada también con la estampa de Galle. En este retablo, se sitúan en el centro San Francisco y San Diego y vuelve a estar rodeado de once escenas de la vida del último. En este caso, la Refacción aparece en el centro de las escenas de la izquierda. La versión en estampa del retablo fue grabada por Adrian Collaert y se difundió también mucho, aunque hizo algunos cambios menores en la disposición de las escenas (figs. 5 y 6) y el milagro que nos ocupa, está situado en el ángulo inferior izquierdo. 

Fig. 5. Adriaen Collaert (grabador) y Philips Galle (impresor) según Maarten de Vos. S. Franciscus, S. Didacus. 1600-1618. Grabado sobre papel. 422 × 288 mm. Biblioteca Nacional de España (Inv. 37807).

Fig. 6. Detalle de la Refacción del anterior. 

Respecto a esta composición de Vos, grabada por Collaert, el lienzo que comentamos tiene más similitudes, pues aquí los dos personajes aparecen ocupando la mitad de la escena y como en el grabado San Diego está destacado y por delante del otro fraile. También el gesto de los brazos es parecido. Sin embargo, de Vos también omite la presencia angélica y el mantel blanco directamente sobre el suelo, sin elevación, representa pan, peces y la garrafa o cantimplora de vino.  

Si comparamos la composición de la Sociedad de Condueños con una representación del mismo tema, en fechas similares, pero dentro del ámbito italiano como es la versión que hizo Franceso Albani en los frescos de la Capilla Herrera en la Iglesia de Santiago degli Spagnoli de Roma (fig 7)8, podemos comprobar cómo ésta no sigue los modelos de las estampas flamencas. En este caso, la composición más horizontal, se adecúa al hueco de la bóveda que se iba a decorar. Los hábitos franciscanos tienen una tonalidad más gris, propio de la tradición italiana, hay presencia angélica y entre los alimentos dispuestos junto al paño blanco podemos observar dos panes, dos peces, la garrafa de vino y una naranja, siguiendo el relato del Flos Sanctorum

Fig. 7. Francesco Albani, Refacción milagrosa de San Diego de Alcalá. Ca. 1604-1605. Fresco traspasado a lienzo. Museo del Prado (P002909). 

Por otro lado, al no haber figuras angélicas en las estampas flamencas que creemos que sirvieron de inspiración al pintor de la Refacción, el pintor debió de tomar como modelos figuras del repertorio de estampas que se manejaban en la corte de Madrid a principios del siglo XVII, con un protagonismo claro, como bien se puede observar de los modelos de Johan Sadeler. Tanto el ángel superior como el inferior tienen un parecido más que notable con algunas figuras. El ángel situado en el ángulo inferior derecho de la estampa Gloria, o el apóstol en el ángulo inferior derecho de la estampa Divitiae en el Virtutes Iesu Christi filli dei…, de Sadeler (fig. 8) parecen estar en una posición muy parecida al ángel del ángulo inferior derecho. También se puede ver una pose parecida en los brazos, pero en este caso invertido, en la estampa de Galle Docet et Iluminat , del libro Angeli Custodis Ministeria (fig. 9).  

Fig. 8. Comparativa de las figuras de Sadeler en Virtutes Iesu Christi filli dei… con el ángel del ángulo inferior derecho de la obra en estudio.  

Fig. 9. Cornelis Galle I, grabador, Docet et Iluminat, del libro Angeli Custodis Ministeria. Yale University Art Gallery, inv. 2011.53.1.69.

Fig. 10.  Cornelis Galle I, grabador, In Vitam Aeternam Perducit, del libro Angeli Custodis Ministeria. Yale University Art Gallery, inv. 2011.53.1.72. 

Mientras que el ángel superior parece sacado también de una estampa de Galle (fig. 10 y 11). 

Fig. 11. Comparativa de las figuras del ángel de Galle en In Vitan Aeternam perducit y el ángel del ángulo superior derecho de la obra en estudio.  

La inclusión de la filacteria clarifica la lectura de la escena, seguramente por haberse elegido un pasaje poco conocido de la vida del Santo, como ya hemos comentado. Este milagro solía representarse dentro de conjuntos más amplios sobre la vida del Santo, la necesidad de marcar la advocación de este puede deberse a ser obra para un oratorio privado y estar sujeto a un encargo concreto. De los pocos ciclos de la vida de San Diego que nos han llegado de Alcalá de Henares, se tiene los que hizo García de Miranda para el claustro bajo del convento de Santa María de Jesús, el mismo que habitó en vida San Diego, y que hoy en día forman parte de la colección del Museo del Prado, aunque están dispersos por varias instituciones. La Escena de la Refacción se perdió pero lo conocemos por la foto del Archivo Moreno en el IPCE (fig. 12). 

Fig. 12. Juan García de Miranda, Refacción Milagrosa de San Diego, 1729-31. Desaparecido. Foto: Archivo Moreno IPCE (inv. 36158b). 

NOTAS:

1 El presente artículo se centra en la rara iconografía del cuadro adquirido en 2022 por la Sociedad de Condueños en una subasta. La noticia y la imagen del cuadro los he sacado de aquí: https://www.dream-alcala.com/la-sociedad-de-conduenos-adquiere-un-cuadro-que-representa-a-san-diego-de-alcala/

2 Para entender mejor el proceso de canonizaciones desde finales del siglo XVI nos remitimos al ejemplo de las canonizaciones de Santa Teresa, San Ignacio, San Francisco Javier, San Felipe Neri y San Isidro de las que hemos tratado con anterioridad, ver García Hidalgo 2019 y García Hidalgo 2020. 

3 Carmona 2003, pp. 95-97. 

4 En la biografía del Diccionario Biográfico Español se da como fecha probable de nacimiento una horquilla entre 1370-1380, ver Zamora s.f. 

5 Zamora s.f. 

6 Villegas 1591, p. 139. También viene narrado en Ribadeneyra 1716, p. 162: «Y no es maravilla, porque el Alma humilde, y sencilla, es capaz para ser enseñada de Dios, y levantada a cosas maravillosas, y soberanas. Como se ve en algunas hizo Dios con el Santo Fray Diego, aun en tiempo que vivía; porque partiendo una vez de Cerrage para San Lucar de Barrameda con su Compañero, y faltándoles la provisión necesaria para aquel camino, que era largo, y despoblado, y hallándose el Compañero muy flaco, y descaecido, él le consoló, asegurándole, que Dios los proveería en aquella necesidad. Y así fue, porque yendo un poco más adelante, hallaron pan, vino, y pescado, y una naranja, embuelto todo en un paño limpio, que por mano de Ángeles avía embiado el Señor; y haziéndole gracias, comieron alegremente, y quedaron muy confortados, y consolados en sus Almas por aquella bendición, y regalo que les avía embiado». Además también fue recogido en el teatro de la época, en comedias dedicadas al santo alcalaíno como El canonizado en vida. comedia famosa de Juan Francisco Manuel (BNE T33134) o Comedia Famosa San Diego de Alcalá de Lope de Vega (BNE T14976). 

7 Villegas 1591, p. 139 y Ribadeneyra 1716 p. 162. 

8 Carracci 2022, pp. 100-103. 

BIBLIOGRAFÍA 

Annibale Carracci. Los frescos de la capilla Herrera en Roma (Catálogo exposición), Museo del Prado, Madrid, 2022. 

CARMONA, Juan, Iconografía de los santos, Istmo, Madrid, 2003.

GARCÍA HIDALGO, Cipriano, «Reformadoras y promotoras. Un acercamiento a la arquitectura cortesana de Felipe III» en GARCÍA, B. y RODRÍGUEZ, A. (eds.), Apariencia y razón Las artes y la arquitectura en el reinado de Felipe III, Madrid, Doce calles, 2020, pp. 117-142.  

GARCÍA HIDALGO, Cipriano, «#OrgulloBarroco en la Villa y Corte. San Isidro y sus fiestas de beatificación.» en InvestigArt, referencia online: https://www.investigart.com/2019/05/15/orgullobarroco-en-la-villa-y-corte-san-isidro-y-sus-fiestas-de-beatificacion/ [consultado el 1 de septiembre de 2022]- 

RIBADENEYRA, Pedro de (S.I): Flos Sanctorum. Sexta parte. En la que se contienen las vidas de los santos, que pertenecen a los meses de Noviembre y Diziembre. Incluidas otras vidas de santos, escritas por el V. P. Juan Eusebio de Nieremberg y el Padre Francisco García de la misma Compañía de Jesús. Imprenta de Don Gabriel del Barrio, Madrid, 1716. 

VILLEGAS, Alonso de: Flos Sanctorum y Historia general, de la vida y hechos de Iesu Christo, Dios y Señor nuestro y de todos los Santos de que reza y haze fiesta la Yglesia católica, confore al Breviario Romano, reformado por decreto del Santo Concilio Tridentino: junto con las vidas de los Santos propios de España, y de otros Extravagantes. Quitadas algunas cosas apócrifas e inciertas. Y añadidas muchas figuras y autoridades de la Sagrada Escritura, traydas a propósito de las historias de los santos. Y muchas anotaciones curiosas, y consideraciones provechosas. Colegido todo de autores graves y aprobados. Imprenta de la viuda de Juan Rodríguez, Toledo, 1591. 

ZAMORA JAMBRINA, Hermenegildo (OFM), «San Diego de Alcalá» Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia, referencia online: https://dbe.rah.es/biografias/5967/san-diego-de-alcala [consultado el 15 de agosto de 2022]. 

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