Hoy 2 de Marzo de 2023 he tenido el inmenso honor de salir, un poquito, en #ElCondensadorDeFluzo así que voy con un #Refluzo.

Resulta que había que descifrar quién podía estar detrás de esta representación de la belleza femenina. Ya sabéis, este programa es #FluzoBelleza. Así que se inicia la investigación. Yo por mi parte os quiero mostrar otro aspecto.
Pero vayamos al principio. Como hemos podido saber, este pareja de cuadros fue un encargo del hombre más poderoso del reinado de Carlos IV: Manuel de Godoy. El ascenso de Godoy y su papel político lo traté en un vídeo para mis alumnos hace algún tiempo:
Para el programa de la tele fui a grabar al Palacio de Godoy un edificio interesantísimo, obra del arquitecto Francisco Sabatini y que fue decorado con pinturas de estilo pompeyano, tan en boga en esos años (para saber más ver aquí). Aquí os muestro alguna de las fotos que saqué aquél día.










Pero ¿Qué tiene que ver Goya con el segundo viaje de Velázquez a Italia? Pues más de lo que parece.
“Aquí ha venido un tal Velázquez, ayuda de Cámara del Rey, y dice que con misión de andar por Italia viendo estatuas y pinturas y procurar aver las mejores para adornar el Palacio de Madrid”
Carta del Cardenal de la Cueva a su hermano el Marqués de Bedmar.
Como anunciaba el Cardenal, Velázquez tenía una misión fundamental, comprar obras para el Alcázar. Y en muchos casos, si no podía hacerse con originales, conseguir copias en yeso de las esculturas antiguas para luego vaciarlas en bronce. Muchas de esas esculturas se hallan hoy en la colección de la Academia de San Fernando.

Que la Venus velazqueña es una obra única es algo que no, por obvio, podemos dejar de decir. En la España de su momento, donde el grueso de la producción es de temática religiosa, es bastante excepcional la pintura mitológica, mucho más si ésta implica desnudo femenino.

Pero la Corte no es un lugar más, ni el rey Felipe IV es un mero coleccionista sin criterio. Los temas mitológicos, especialmente las Poesías de Tiziano y sus reelaboraciones y copias por parte de Pedro Pablo Rubens, son el origen de este tipo de pintura de alto contenido sensual, elaborada para el deleite de los sentidos. Pero además la forma de pintar de Velázquez, esa forma de acercarse al natural, que hace que sus mitologías pasen camufladas, como ocurre con su famosa Las Hilanderas o Fábula de Aracne, confiere a nuestra Venus un aire de mayor cercanía y sensualidad, pues la modelo no parece una diosa inalcanzable sino una modelo real. Todo parece indicar que este cuadro fue hecho por Velázquez en su segundo viaje a Italia.

Tras varios coleccionistas poderosos, el cuadro pasó a ser de Manuel de Godoy, conde de Chinchón y príncipe de la Paz. Éste atesoró en su palacio madrileño, junto al Palacio Real, el Palacio Grimaldi (sobre este edificio ver post aquí) una buena colección de obras de arte que fue adquiriendo no siempre de la forma más ética posible. Recordemos que fue él quien “obtuvo” de la monjas del convento madrileño de San Plácido el Cristo crucificado de Velázquez, hoy en el Museo del Prado… La Venus colgaba en la misma sala que las obras de idéntico tema que Godoy había encargado al pintor más famoso de su época, Francisco de Goya. Este encargo no es otro que la famosísimas Maja vestida y Maja desnuda. Así que la relación es más que probable.
Todo parece indicar que ante la posesión de la obra velazqueña, Godoy encargara a Goya una versión frontal de la entonces amante del ministro, Pepita Tudó, y que además se inspirara en esa imágenes clásicas, como la Ariadna traída de Italia por el sevillano.



El primer retrato, la maja desnuda, sabemos que está hecho en 1800, porque en esta fecha lo verán, en el gabinete de desnudos que tenía Godoy en su palacio, Cean Bermúdez con otros testigos. Este cuadro, colgaba junto con la Venus del Espejo de Velázquez y una Venus de Tiziano, que le había regalado a Godoy la duquesa de Alba.
La maja vestida sabemos que estaba también en el palacio de Godoy cuando el francés Frederic Quilliet hace inventario de las obras de arte del mismo en 1808, por lo que se ha supuesto que la maja vestida se hizo para “tapar” a la desnuda, que no todos los amigos del propietario tendrían el privilegio de observar, por el descaro e inmediatez del rostro de la protagonista mirando al observador.


El papel de Velázquez y su segundo viaje a Italia son en definitiva importantísimos para la creación de las majas de Goya, ya que trajo los modelos iconográficos: la Venus y la Ariadna.

Si no pudiste ver mi intervención, aquí la comparto.